CAMPO AFUERA



CARLOS JOSE DI FULVIO
La vida de este artista oriundo de Córdoba transcurre abrazada al generoso espesor de la madera de su guitarra. Con ella recorrió la geografía argentina actuando en teatros de pueblo, en festivales y en humildes patios de casas paisanas.
En este hombre sensible y algo tímido, que hace profesión de fe de la amistad, no sólo hay un artista, sino un formidable ser humano, bromista e inteligente, siempre sutil y finamente agudo, de charla amena e inquebrantable fidelidad a su familia. En el país joven, el nuestro, que no valora suficientemente sus tesoros y siempre está pidiendo a sus hombres y mujeres talentosos que rindan exámenes hasta el último día, hay una enorme recompensa para Carlos Di Fulvio: los jóvenes estudian su obra y la interpretan.


Hace tiempo y buscando por áhi
Una chacarera,
Allá en los montes que hay en mi pago,
Campo afuera.
Campos de “la rudita”
Monte adentro’e Tulumba la he d’encontrar,
Linda su bata de percal
Baila doña Dominga la chacarera.

Abajito de un tala la vi
Por ser montaraza
Y unos tizones de leña mansa
L’aromaban.
L’aromaban con su olor
Unos gajos de tala que supo cortar
Mi amigo don Vivas al caer
El invierno pasado para su corral.

Y en la tierrita suelta el barrer
De las alpargatas,
D’entre los montes subió la luna
P’alumbrarla.
Como nube en el aire quedó
El polvaredal...
Hojita’y tala, flecos de luna,
La chacarera.

II
Con su bata de puro percal
Va doña Dominga,
Todas las flores que hay en el monte
Se la envidian.
Se la envidian por que no hay
Un color más hermoso que’l de su percal,
Ni moza que sepa regalar
El donaire que tiene su buen zarandear.

Y las niñas quisieran bailar
Como lo hace ella:
La trenza al viento,
Y una manito en la cadera.
Su cadera es un vaivén
Parecido al del sauce y al mimbre también;
“¡Esa es mi abuela!..” se saben decir
los changos del monte en cuantito la ven.

Si a los setenta la baila así,
¡Lo que ha sido en antes!...
Una corsuela, lujosa de ágil,
Deje nomás...
Como nube en el aire quedó
El polvaredal...
Hojita’y tala, flecos de luna,
La chacarera.

CAMPO AFUERA • Más conocida como "Doña Dominga" pero que no se llama así; la compuse allá por el año 1960...Entonces, la "chacarera", no era un género mayormente atractivo para los intérpretes del canto en conjunto como así tampoco para el público en general (excepto "santiagueños") ya que, aquellos, habían acostumbrado a, éste regocijarse auditivamente dentro del ámbito de la "zamba", el cual había sido legado por influencia de la, entonces, invasión salteña "chalchalera - fronteriza". En cuanto a lo extenso de su letra, diré que no fue así en su origen; ella se debió a que, por causas de un accidente automovilístico, tuve que presentarme en uno de los Festivales de Casquín acompañado por los guitarristas de Hernán Figueroa Reyes quienes (por atención a Hernán) me ayudaron a disimular la dolencia. Aquella situación, la de no poder tañir la guitarra como lo hacía de costumbre, me incomodaba de sobremanera a tal punto que, al no saber qué hacer cuando llegaran los compases correspondientes a los "zapateos" y vuelta final - decidí agregárselos. Quien siga con atención el canto, se encontrará con dos historias: una, la original; otra, su comentario. (CARLOS DI FULVIO)


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